Existen varios mitos asociados a los proyectos de Reducción de Costos, que hoy desgranamos en este artículo.
Mito No. 1: Simplemente se trata de hacer un “buen” presupuesto
Realidad: es un proceso permanente hasta construir una cultura sostenible de administración de costos.
Los esfuerzos para lograr un eficiente programa de reducción de costos no se circunscriben a una simple construcción de un presupuesto que otros deben llevar a cabo de manera robótica; transciende a todas las áreas e implica un cambio de cultura organizacional.
Mito No. 2: La implementación requiere recortar “hasta el hueso”
Realidad: el grado de reducción de costos se basa en el objetivo de arriba hacia abajo de la compañía.
La creencia popular, a menudo relaciona la reducción de costos con el hecho de recortar hasta lo mínimo (hasta el hueso), utilizando cualquier medio necesario (por ejemplo, eliminar los mini refrigeradores en las cocinas de oficinas para ahorrar electricidad). Si bien esto puede ocurrir a veces, de ninguna manera es necesario. En pocas palabras, el grado (y la agresividad) del recorte de costos de cada compañía refleja el tamaño de su objetivo de ahorro de arriba hacia abajo hablando organizacionalmente.
Mito No. 3: Abrumará tu negocio y le quitará tiempo a tu personal
Realidad: la implementación inicial de un nuevo programa reducción de costos puede ser liderada por un equipo central mínimo y apoyarse en consultores especializados.
Por lo general, los ejecutivos con los que nos hemos reunido ha dicho: “Simplemente no puedo permitirme el lujo de pedirle a toda la compañía que suspenda lo que está haciendo para implementar un programa de reducción de costos por seis meses o un año”. La idea de que un programa de reducción de costos requiere un enfoque dedicado de cada empleado durante seis meses a un año o más, simplemente, no es verdad. Si bien lleva tiempo integrar una nueva cultura de administración de costos en cualquier organización, la configuración y el despliegue de un nuevo programa tienen requisitos mucho más limitados, pero se convierte en no más de un mes cuando es liderado por una consultora especializada como Expense Reduction Analysts, quien puede colocar expertos por cada área de costo a optimizar.
Mito No. 4: No está diseñado para empresas orientadas al crecimiento
Realidad: Los programas de reducción de costos están siendo utilizados con éxito por las empresas en crecimiento para redirigir los costos improductivos a áreas más productivas que impulsan el crecimiento.
La cultura de reducción de costos es una herramienta poderosa para cualquier empresa, sea cual sea su orientación. Incluso si el enfoque principal de la organización es el crecimiento, la rentabilidad o la retención de talento, la administración de costos sigue siendo crucial para su éxito. La eliminación de costos improductivos permite a la compañía ser redirigida a áreas más productivas. El programa de reducción de costos no es un ejercicio de tala y quema que reduce los costos sin tener en cuenta los gastos. Con una profunda visibilidad de los costos, se pueden hacer cambios para reducir quirúrgicamente la grasa y ayudar a desarrollar músculo organizativo.
Un programa de reducción de costos genera ahorros significativos y sostenibles, pero es mucho más que simplemente proyecto de recorte, es toda una cultura para optimizar los costos, lo cual permite que los ahorros logrados se lleven a las utilidades o se redirijan a áreas más productivas que impulsarán el crecimiento futuro.
Parece mucho trabajo y es posible que Usted quiera saber un poco más de la utilidad de la implementación de un eficiente Programa de Reducción de Costos; si así lo desea solo tiene que contactarnos y le informaremos sin compromiso.