Uno puede pensar que todas las decisiones financieras para optimizar costos se deben efectuar a través del calculo del Costo Total de Propiedad, Valor Presente neto, Tasa interna de retorno, etc.
Y aunque efectivamente son procedimientos muy válidos, en especial para cuando una empresa se encuentra en la situación de decidir, cuál “mainframe” comprar, qué tipo de “data center” adquirir, si alquila o compra un inmueble, etc. Es lógico pensar que éstas son decisiones trascendentales y por supuesto amerita hacer un análisis exhaustivo a través de estas metodologías.
Para lo anterior, se requiere de un experto financiero y alguien conocedor de todos los aspectos relacionados con la solución específica que se está necesitando, para tomar en cuenta las variables involucradas y efectuar el análisis correspondiente.
La realidad del día a día, es que las compañías se encuentran contratando bienes y servicios de todo tipo para satisfacer los requerimientos internos y para ello acuden al procedimiento de obtener al menos 3 cotizaciones de proveedores, etc. De esa forma se logra transparencia, agilidad y un precio razonable. Pero de seguro, no el mejor precio ni las mejores condiciones de la industria.
Lo anterior, es un procedimiento correcto, ya que además, no se espera que las personas de procura, compras, o el personal de servicios generales, sean expertos en todas las categorías de gastos que realiza una empresa. Mas bien, lo que las compañías deben apuntar es a tener expertos en el negocio medular.
Por ejemplo, una empresa dedicada a la manufactura de chocolates, tendrá personal experto para obtener el mejor cacao, al mejor precio. Pero de seguro, no tiene un experto en el manejo de flota, o un experto en mantenimiento de oficinas, o un experto en el manejo de residuos industriales.
Un bufete de abogados, tendrá los mejores expertos para resolver problemas legales, pero probablemente no tiene un experto en el manejo de servicios de impresión, telefonía o seguros.
Una empresa de ingeniería, seguro tendrá los mejores ingenieros para diseñar una planta industrial, pero no se espera que tenga un experto en el manejo de viáticos o en el mantenimiento de los aires acondicionados de sus oficinas.
Es decir, no se espera que una empresa tenga un experto para cada una de las categorías de gastos, ya que además, les resultaría muy costoso y poco práctico.
Es precisamente allí donde existe la oportunidad de apoyar a las empresas a reducir sus gastos operativos o gastos fijos, más allá de lo que las propias empresas pueden efectuar por si mismas.
ERA tiene a la disposición de las empresas, especialistas en cada una de las categorías para ayudarles a reducir sus gastos, mejorar los resultados financieros de las empresas y hacerlos más competitivos.